Hasta la fecha, tanto Sandra como yo, depositábamos ciegamente el cuidado de nuestras cejas en manos de los profesionales de The Lab Room. Creo que durante tres o cuatro años, le hemos sido fieles (salvo aquel desliz que tuve con Benefit y que ya os conté) pero últimamente ambas queríamos probar algo distinto porque no notábamos el mismo mimo ni cuidado a la hora de depilarnos las cejas. No porque no nos tratasen bien, sino porque nos despachaban en cinco minutos y nos daba la sensación de que los resultados no eran igual de buenos.
Por eso, Sandra y yo hemos empezado el año con un diseño de cejas en Le petit salon. Ella ya conocía el local porque había ido con nuestro conejillo de Indias a hacerse una manicura, y quedaron muy satisfechos. Así que allí nos dirigimos, y no pudimos tomar mejor decisión.
Las chicas que allí trabajan son un encanto. Nos trataron fenomenal. El ambiente es muy tranquilo, por lo que te ayuda a relajarte y olvidarte de tus problemas por un ratito. Otra cosa que para nosotras es muy importante es que la depilación se haga con pinzas, nunca con cera. Nos parece mucho más preciso, menos agresivo y ambas tenemos la piel muy sensible y preferimos evitar quemaduras (a mí ya me ha pasado más de una vez).
La chica que nos atendió hizo fenomenal su trabajo. El resultado son unas cejas preciosas (está mal que yo lo diga pero, al César lo que es del César). Y es que, ¡qué importante es un buen diseño de cejas! Lo que cambian no solo una mirada, ¡sino un rostro entero!
Si estáis buscando un sitio para mantener bajo control vuestras cejas (si son tan salvajes como las mías entenderéis la expresión), os recomiendo Le petit salon al 100%. Por 15€ saldréis con un diseño de cejas armónico con vuestros rasgos y que se ajuste a vuestro gusto.