Taller de Maquillaje con Lancôme: aprender y disfrutar

¿Conocéis alguna forma mejor de terminar una larga semana laboral que con un taller de maquillaje? Nosotras tampoco pero si encima os decimos que fue impartido por Roberto Siguero, responsable de maquillaje de Lancôme, el plan adquiere inmediatamente estatus de planazo.

Igual que detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer, detrás de un maquillaje impecable hay siempre una buena dosis de limpieza e hidratación, así que empezamos el taller desmaquillándonos la piel. Comenzamos aplicando en los ojos una un algodón empapado en Bi-Facil, un producto bifásico que elimina completamente el maquillaje. La técnica adecuada consiste en poner el algodón sobre el ojo unos segundos para permitir que tanto las sombras como la máscara de pestañas se vaya ablandando y sean más fáciles de retirar. Después con un movimiento del algodón de arriba hacia abajo vamos eliminando el maquillaje. Prohibido restregarse el ojo. A continuación, con dos movimientos desde el interior del ojo hacia afuera, retiraremos primero los restos del párpado superior y después los del párpado inferior.

Después aplicamos sobre nuestro rostro y en cinco puntos, frente, nariz, barbilla y pómulos, la leche limpiadora para después extenderla por toda la cara. La forma correcta de retirarla es la siguiente: partiendo de la frente, llevamos un pañuelo de papel doblado en cuatro por la sien hasta la nariz, de la nariz al labio superior, del labio a la barbilla y de la barbilla al cuello. Con estos gestos nos aseguramos de limpiar todo el cutis. A continuación, con un algodón empapado en tónico y los mismos movimientos eliminamos los posibles restos de crema. Con la piel ya limpia y otro algodón con tónico vamos dando pequeños toquecitos por todo el rostro para revitalizarla.

Una vez que hemos terminado con la limpieza, podemos empezar con la hidratación. Lo primero que debemos aplicar es el serum, el apropiado para nosotras fue Genifique, un producto que promete mejorar la calidad de piel en general. y A continuación, cada una eligió la crema hidratante que más a se adecuaba a su edad. Nos recomendaron utilizar la cantidad justa ya que si usamos más producto del que nuestra piel es capaz de absorber, se forman las temidas pelotillas y a la hora de aplicar el maquillaje no quedará tal y como nos gustaría.

Con la piel limpia e hidratada, llegó el momento que todas estábamos deseando, el de coger los pinceles y empezar a maquillarnos. Nos presentaron tres maquillajes fluidos, cada uno con unas características y adecuado a necesidades diferentes: Teint Miracle ideal para pieles que necesiten una baja cobertura y un acabado natural; Teint Idole Ultra 24H indicado para ofrecer una cobertura media y larga duración y Teint Visionnaire que promete una cobertura total para quienes quieran esconder marcas imperfecciones. Roberto nos recomendó ponernos primero el maquillaje, siempre el mismo color que nuestra piel, utilizar tonos por encima envejece, y después aplicarnos el corrector, siempre un tono más claro que el de la base para corregir solamente aquellas imperfecciones que esta no haya podido tapar. A continuación, una pasadita de polvos sueltos, siempre a gusto de la consumidora: si preferimos un rostro más jugoso, podemos usarlos solo en la zona T y si lo preferimos más sofisticado, por toda la cara consiguiendo un acabado mate.

Con el tono de piel unificado, llegó el momento de hacernos la raya en el ojo, siempre antes de las sombras y difuminándola con el pincel adecuado, así conseguiremos disimular una línea que no esté perfectamente hecha, reto al alcance de pocas personas. Con tres paletas de sombras a nuestro alcance, cada una eligió tres tonos para maquillarse los ojos. Dividimos el párpado móvil en tres partes, bajo la ceja aplicamos el color más claro para aportar luz a la mirada, partimos el globo ocular en dos y aplicamos en la zona que va desde del centro al interior del ojo el segundo tono más claro y en la que va del centro del ojo hacia afuera el más oscuro para después difuminar todas la líneas de corte con un pincel. El resultado es espectacular. Varias capas de máscara de pestañas terminaron por enmarcar nuestras miradas.

Para terminar, nos aplicamos colorete en la parte más voluminosa del pómulo extendiéndolo hacia la sien. Una forma fácil de localizar este lugar es sonriendo. Por último, y como colofón, maquillamos una de las partes más importantes del rostro, los labios.

Gracias a Roberto y a su equipo de profesionales, a Juteco, a Lancôme y al Centro Comercial ABC Serrano pudimos disfrutar de una tarde muy agradable en la que aprendimos y nos divertimos a partes iguales. Prometemos seguir practicando con el juego de pinceles que nos regalásteis para vernos siempre igual de guapas que el viernes.